La Casa de los González de la Vega (1757) es una casona solariega trasladada al recinto del museo en los años setenta del siglo XX.
Dispone en su planta baja de una capilla que conserva algunos elementos arquitectónicos propio de las mismas, como el dintel labrado de la entrada y la pileta de agua bendita.
El museo abre ahora en esta capilla una nueva sala de exposición permanente dedicada a la religiosidad, en la que el público visitante podrá contemplar todos aquellos objetos que, en la tradición asturiana, se han utilizado como elementos protectores de la casa, la familia y el ganado: amuletos, cruces, detentes, estampas…