La exposición que puede visitarse en el Muséu del Pueblu d'Asturies muestra 117 pares de madreñas, coricies o abarcas, chanclos, zapatos, alpargatas, botines, botas, zapatillas, etc., que son una selección del calzado que conserva el Muséu, que es tan variado como la propia sociedad asturiana. Hay un calzado artesanal hecho en el ámbito rural y un calzado confeccionado por zapateros profesionales o industrias localizadas fuera de Asturias (Elda, Elche, Almansa, Sitges, Arnedo o Torrelavega).
La exposición se divide en cuatro grandes apartados: el calzado tradicional; el calzado infantil; el calzado a la moda y el calzado deportivo, y se completa con catálogos e impresos comerciales de fabricantes de madreñas y otros calzados, así como, fotografías de la época. Podrá verse en el museo hasta el mes de abril de 2025.
El calzado es un elemento imprescindible del vestido humano, por una parte, protege y resguarda nuestros pies y, por otra, refleja el gusto de las personas y tiene un significado simbólico. Su forma, material, fabricación, color y precio dicen mucho sobre el estilo de vida, la personalidad y el estatus social de quien lo calza. También remite a la sensibilidad estética de la artesanía de una sociedad. Se usa para caminar, trabajar, jugar, bailar...
La evolución del calzado, desde las formas más tradicionales hasta las más modernas, ha estado siempre relacionada con los cambios históricos de la indumentaria. Desde los primeros indicios que revelan un deseo de dar protección y comodidad a los pies en las civilizaciones antiguas, hasta el desarrollo de la industria moderna del calzado, su historia se ha caracterizado por una búsqueda constante de la funcionalidad, la moda y la expresión individual a través de los zapatos.
Son objetos que a veces se han pasado por alto en la historia de la moda, a pesar de constituir un elemento básico de nuestro guardarropa que, metafórica y literalmente, nos transporta por la vida. A lo largo del mundo y del tiempo, el calzado ha adoptado diversidad de formas: botas, botines, sandalias, mocasines, madreñas, abarcas, alpargatas, escarpinos, zapatillas... Por ello en esta exposición hay calzado hecho para muchas circunstancias: de verano, de invierno, de domingo, de boda, infantiles, de andar por casa o usados para la práctica de algún deporte. Igual que hay un zapato para cada momento, también hay una evolución en cuanto a los materiales utilizados para su fabricación. Estos materiales (madera, cuero, tela, goma, esparto, etc.) se eligen en función de la elasticidad, impermeabilidad, calidez o resistencia que se espera del calzado, adaptándose a las necesidades de las personas en sus diferentes actividades.
Los zapatos están cargados de historia, cultura e identidad. Pocas prendas o complementos han dejado tanta huella y se han convertido en un accesorio indispensable con tanto que contar.