Un cuento sobre la magia de conectar con los demás.
¿Qué se siente cuando te pones en los zapatos de otra persona? Lo descubrimos con Mimi, la protagonista de En tus zapatos (La Galera), un cuento escrito por Meritxell Garcia e ilustrado por Roger Simó que nos ayuda a trabajar la empatía en familia.
Los calcetines de Mimi tienen un agujero y su madre la lleva a comprarse unos nuevos. Pero lo que ella no sabe es que los calcetines que ha escogido son... ¡mágicos! Con la ayuda de Em, el ciempiés de los calcetines, Mimi aprenderá a entender los sentimientos y las emociones de aquellos a los que más quiere... ¡y a ponerse en sus zapatos!
La coach experta en empatía, Meritxell Garcia, nos anima a ponernos en la piel de los demás a través del juego infantil de una niña que se calza los zapatos de sus padres y de su hermano. De esta manera, Mimi descubrirá sentimientos como el dolor, la tristeza, el orgullo o la alegría, y aprenderá no solo a entender los sentimientos de los demás sino también a escuchar sus propias emociones.
«La empatía es el hilo invisible que nos conecta como personas. La empatía es ver el mundo desde los ojos de otra persona, no siendo tú, sino siendo el otro. La empatía es un espejo.»
Meritxell Garcia se ha especializado en empatía y sensibilidad. Dos temas que ya abordó en el libro El Arte de la Empatía, publicado con Editorial Amat, en el que habla de la alta sensibilidad y de las herramientas que nos ayudan a gestionarla y apreciarla como una gran habilidad. Como experta, se dedica a poner la empatía al servicio de los demás a través de formaciones y acompañamientos individuales para padres y profesores sobre cómo utilizar esta habilidad en el día a día, tanto en casa como en el colegio, priorizando la comunicación no violenta y la resolución de conflictos.
En tus zapatos es su primer libro dirigido a un público infantil y tiene el objetivo de fomentar la empatía en la relación entre padres e hijos. El cuento incluye, además, una página final con ejercicios sencillos y reflexiones para trabajar la empatía en familia. Hablamos con la autora sobre la importancia de incorporar esta habilidad desde pequeños en nuestro día a día.
La autora, Meritxell Garcia. Foto: Umami Brands |
Que la empatía se encuentra en el día a día. Solo tenemos que encontrar el tiempo y el espacio para poder desarrollarla. Mimi se toma el tiempo suficiente para ponerse en los zapatos de otra persona y transportarse a un mundo que no es el suyo para poder experimentar los sentimientos del otro en su propio cuerpo. Sin tiempo, este ejercicio no es posible. Pero la buena noticia es que, cuando lo encontramos y ponemos la empatía a trabajar, esta se contagia. Si los padres la utilizan para resolver los conflictos de pareja y familiares, también la pondrán en práctica los niños con sus hermanos y compañeros de clase.
¿Qué es la empatía? ¿Y qué significa ser experta en empatía?
La empatía es el hilo invisible que nos conecta con los otros. Ser experta en empatía es entender cómo funciona esta conexión entre las personas, cuándo surge y cómo trabajarla para que sea genuina. La empatía cultiva nuestra curiosidad, nuestra tolerancia, las ganas de saber... Nos permite acercarnos a visiones y perspectivas del mundo que, aunque no las compartamos, somos capaces de entenderlas y verlas a través de los ojos del otro.
¿Cómo llegó la empatía a tu vida?
Por casualidad. Cuando estaba viviendo en Estados Unidos sentí que había algo que no terminaba de encajar. Tanto en la oficina como cogía un taxi, la gente me hablaba de sus problemas e intimidades y, sin darme cuenta, acababa haciendo una sesión de terapia allí mismo. Sin saberlo, proporcionaba un espacio en el que se sentían cómodos para compartir lo que les preocupaba. Cuando, realmente, lo único que estaba haciendo era escucharles sin juzgarles. A partir de este momento, comencé a investigar sobre la empatía y a hacer un trabajo personal en el que hice las paces conmigo misma.
«Uno de mis objetivos es crear una “Generación Empatía”, que los niños de hoy cultiven esta habilidad y consigan expandirla por todo su entorno».
¿Es una habilidad innata?
Sí, todos la tenemos. Hay personas que la sacan al patio a jugar cada día y otras que lo hacen de manera excepcional. Es una habilidad que ha de cultivarse y hacerlo no siempre el camino más fácil. Todo lo contrario, la empatía suele ser el camino más largo porque requiere reflexión y tranquilidad. Es imprescindible que nuestras emociones no dirijan aquella conversación, sino que tenemos que ser capaces de poder hablar con el objetivo de entendernos y compartir lo que sentimos. La empatía necesita espacios de tranquilidad para poder salir. No podemos practicarla cuando tenemos ansiedad o estrés. Es importante esforzarnos por hallar estos momentos porque no aparecen de manera espontánea.
Al ponerse en los zapatos de los otros, Mimi descubre sus propios sentimientos. ¿Necesitamos conocernos primero para poder ser empáticos con los demás?
Con frecuencia nos centramos primero en ser empáticos con los demás y nos olvidamos de preguntarnos cómo nos sentimos. Reclamamos, muy legítimamente, que nos entiendan cuando ni siquiera nosotros lo hacemos. La autoempatía es escuchar todas las señales que nos acompañan, los pensamientos y las reacciones de nuestro cuerpo para ponerlas a trabajar y extraer una conclusión que nos ayude a entendernos y a comunicar lo que estamos sintiendo.
¿Por qué debemos hablarles de empatía a los más pequeños?
Porque se harán mayores. Uno de mis objetivos es crear una “Generación Empatía”, que los niños de hoy cultiven esta habilidad y consigan expandirla por todos sus entornos. Por ello es de vital importancia practicar la empatía en casa, para poder ayudarles a comprender sus emociones y enseñarles a verbalizarlas. Cuando aprenden a ser más expresivos y conscientes de sus propias emociones, también lo son de las de los demás. No es lo mismo que un niño empuje a su hermana que está en medio, que pedirle que se aparte. Ni es lo mismo decirle que no se empuja a las personas, que preguntarle cómo cree que se habrá sentido cuando le ha empujado. Es así cómo descubren que sus acciones tienen consecuencias, más allá de la lista de lo que se hace y de lo que no se hace.
¿Qué importancia tiene la literatura para desarrollar la empatía?
La literatura tiene una importancia vital porque nos permite introducirnos en el mundo de un personaje, colarnos en su mente, escuchar sus pensamientos y entender sus sentimientos. ¡Esto es mágico! Gracias a la literatura los niños empiezan a plantearse dilemas morales, les ayuda a ser más tolerantes y están más abiertos a aceptar las diferencias. Cuando estás leyendo un libro sobre un personaje que vive en otro país y tiene experiencias muy diversas a las tuyas, empiezas a entender que tu perspectiva no es la única. Al tener en cuenta varios puntos de vista, puedes valorar mejor una situación y sacar conclusiones más precisas sobre lo que está pasando.